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El gobierno de la Comunidad de Madrid nos quiere enseñar que la vida es dura, por si nuestro trabajo, nuestras vidas personales o cualquier eventualidad que va surgiendo en la cotidianidad del día a día no fuera suficiente
Como no soy un ingenuo sé que el PP quiere acabar con todo lo público, hoy le ha tocado al Consejo de la Juventud de Madrid, el llamado CJCM, que con total probabilidad va a ser pasado a cuchillo por la administración madrileña en un burdo intento por anestesiar aún más, como si las cañas y la precariedad no fuera suficiente, a la juventud madrileña.
El partido considera que una institución en la que decenas de organizaciones juveniles de todo signo están representadas no es un referente de la juventud madrileña, por lo que ha considerado oportuno que sea sustituida por otra institución que si tenga una verdadera pluralidad. Lo que esta claro es que el objetivo es claro, suprimir lo que no nos gusta, colonizar un nuevo espacio y diseñarlo de tal modo que sea excluyente para cualquier organización que no sea afín, este es el concepto que tiene el PP de Madrid sobre la democracia.
Abogarán por la falta de pluralidad de esa institución al estar los partidos políticos representados, pero lo que subyace es la necesidad de controlar una voz crítica que con criterio y datos estaba demostrando que la juventud madrileña no existe si no es precaria, porque tenemos una serie de problemas fundamentales que lejos de ser resueltos, están siendo incrementados por la falta de acción del gobierno autonómico.
Este es un paso poco valiente teniendo en cuenta la escasa financiación del CJCM y la necesidad de estos de contratar personal técnico para plantear proyectos solventes que de verdad puedan ayudar a la juventud madrileña.
Hoy es el Consejo de la Juventud de Madrid, pero nada nos garantiza que pueda replicarse en otros territorios donde el PP gobierna, al final Madrid es el epicentro y Feijóo pinta más bien poco en lo que respecta a la postura que su partido debe tomar, por lo que lo mismo lo exportan.
En cualquier caso, esto nos muestra la necesidad de ser críticos con este tipo de medidas, aunque aún no se hayan materializado, pues solo son una propuesta de ley, no albergo muchas esperanzas de que pueda revertirse, por mucha presión que se haga desde las organizaciones juveniles.
Espacios como el CJCM hoy son más necesarios que nunca para reivindicar un proyecto de vida digno, donde todas las organizaciones puedan debatir sin sectarismo y sin injerencias políticas de ningún grupo sobre el futuro que merecemos los jóvenes, que yo tengo claro que es sin prácticas como las que practica el PP de Madrid.
Fuente: Javier Pérez Cobo en nuevatribuna.es
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